El día 11 de Abril de 2007 aparecía en la prensa un posible interés de algún grupo inversor, venido de tierras riojanas, dispuesto a comprar la plaza del Real Valladolid. Por aquellos entonces, el club estaba muy cerca de conquistar el ascenso en la temporada de los records y su plaza era más que jugosa.
El escenario era perfecto para lanzar un órdago a las instituciones públicas. El equipo estaba a punto de lograr el ascenso y en breve había elecciones municipales. El resultado fue un impulso al proyecto del Valladolid Arena gracias a que todos los políticos de la ciudad, no sé si por miedo a perder votos o por convicción, se volcaron por la causa, para iniciar cuanto menos la primera ronda de papeleos institucionales.
Cuatro años y seis meses después, el equipo puede entrar en concurso de acreedores. Carlos Suárez vuelve a encender la mecha para que otra vez las instituciones despierten y medien en la deuda que el Real Valladolid S.A.D. tiene con la Agencia Tributaria. “Estamos intentando hacer las negociaciones oportunas para que no tengamos que estar en una situación como esa. Pero a veces, o no se puede, o no se quiere” espetó el máximo mandatario blanquivioleta a los periodistas que lo rodearon en busca de información, al término del partido del pasado Martes.
No es el mismo escenario y las elecciones municipales ya pasaron, pero cierto es que Carlos Suárez vuelve a buscar que algún político, no sé si provincial o regional, medie en la negociación con Hacienda y salve al club de la ley concursal. Que tiré la primera piedra quién se dé por aludido.