El centrocampista albaceteño será, salvo contratiempo de última hora, uno de los líderes del Real Valladolid en la fase de ascenso. La lesión de Javier Baraja, que parece que se perderá lo que resta de campaña, y la escasa confianza de Abel Resino en Sergio Matabuena, dejan al riojano con la oportunidad de volver a liderar al Real Valladolid. Para el ‘18’ blanquivioleta no será cualquier responsabilidad. Tras una temporada pasada en la que no pudo participar en exceso por las lesiones, y una actual en la que ha tenido muchos altibajos de juego, el futbolista se encuentra con la oportunidad de volver a mostrar ese nivel de juego que deslumbró hace escasas tres temporadas.
La oportunidad es magnífica y el ex del Albacete no la puede dejar escapar. Tiene en la palma de la mano una opción que le borraría de un plumazo los malos recuerdos de la temporada pasada. Las lesiones y los problemas en el vestuario quedarían en el olvido si el futbolista vuelve a demostrar de lo que es capaz, que realmente es mucho. Todos confían en él, y todos le arroparan para los 180 minutos de la eliminatoria ante el Elche.