Análisis del Girona F.C. (ValladolidDeporte)

El Girona que encadena dos derrotas consecutivas sigue siendo la revelación del campeonato. Todo después de salvarse la pasada campaña en el último minuto y de penalti

Casi todas las temporadas en la ‘Liga adelante’ se produce lo que se podría denominar como el ‘efecto rebote’. Un equipo que sufre y lucha por no descender una temporada termina peleando por ascender la siguiente o se convierte, como poco, en el equipo revelación. El año pasado el Girona fue, con mucha diferencia, el equipo que más sufrió. En la última jornada se tenían que dar rocambolescos resultados para que el Girona bajara, y se dieron. A falta de cinco minutos para el final del duelo entre catalanes y el Real Murcia el club gerundense estaba en Segunda B.

En ese tiempo de añadido el colegiado señaló un penalti que convirtió Kiko Ratón, no sin emoción, y dejaba Girona en la categoría de plata del fútbol español. Con el título de sufridores del año en el bolsillo, Xavi Julia, director deportivo, comenzó a forjar un equipo humilde pero con calidad en torno al gran ídolo local, Raúl Agné. El entrenador que ascendió al equipo retornaba a ‘su’ casa para, como objetivo mínimo, hacer sufrir menos al equipo rojiblanco. Y lo ha conseguido. A falta de 12 jornadas se puede asegurar que los catalanes no perderán la categoría y no lo harán porque el entrenador aragonés ha sabido sacar de cada jugador todo. Jandro y Peragón eran considerados para muchos como jugadores en el retiro pero Agné les ha dado una segunda juventud marcada por goles y brillantes actuaciones.

Pequeñas pinceladas a un proyecto que se asentaba
Fichajes por 200 euros, como el de Tébar el pasado verano, demuestran la política austera de fichajes del club. El poder económico es bajo y en la entidad saben de sus limitaciones. Por ello, en el mercado de invierno rastrearon todos los frentes y encontraron, sin gastar un euro, complementos para los 14/15 jugadores que el cuerpo técnico solían usar. Con la veteranía que aportan Jandro, Peragón o Dani Tortolero el equipo buscaba sabia fresca y con ganas de competir y crecer. Con estos parámetros se consiguió firmar a tres futbolistas jóvenes, con futuro y presente y que por diversos motivos querían salir de sus respectivos equipos.

El primer en llegar fue Adrien Goñi. El que fuera capitán del Bilbao Athletic dejaba Lezama para embarcarse en un proyecto de mayor envergadura ante la falta de oportunidades de Caparrós. Otro que firmaba fue un viejo conocido del Real Valladolid. Sergio Gontán, más conocido como Keko, llegaba a Montilivi tras fracasar en su cesión al Cartagena. El madrileño salía por la puerta de atrás de Cartagonova pero era recibido con los bazos abiertos en Gerona.

El último futbolista en llegar fue el menos importante pero el más mediático. El Girona hacía saltar la noticia al firmar al primo de Leo Messi. Emanuel Adrián Biancucchi cerraba la plantilla rojiblanca en un acto más a la galería que a lo futbolístico.

El talento no se pierde, la pillería aún menos
Roberto Peragón es un jugador sobradamente conocido en el fútbol español. Su calidad, su velocidad y su tendencia a dejarse caer en el área rival son conocidas por todos. Su periplo por el Rayo Vallecano le llevó al estrellato y esta temporada el Girona le está dando la oportunidad de vivir una segunda oportunidad de la fama, con la salvedad de la diferencia de categoría. Pese al otro fútbol que realiza el madrileño, éste año está de dulce y lleva mucho peligro su sola presencia en el terreno de juego.

Imagen de ‘Norte de Castilla’

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