Informe GIL (Noche de copas)

«Una gran ciudad no debe ser confundida con una muy poblada” (Aristóteles)

Últimamente cada vez cuesta más ilusionarse con el fútbol, y el tema aún se pone más complicado si hablamos de la Copa del Rey. No me trasmite nada. Si mi equipo la gana, me siento que en realidad ha tenido suerte en tres sorteos, ha hecho un partido bueno y el resto a empatar. Esta Copa del Rey, es una copa vacía.

Vamos a profundizar un poco en el tema. En primer lugar intentaré describir como funciona la actual Copa del Rey del modo más sencillo posible (que no es fácil). Esta temporada la Copa del Rey la juegan 83 equipos, que la Federación los divide en cinco grupos diferentes:
Grupo A: Compuesto por los 18 campeones de 3º división de la anterior temporada.
Grupo B: Compuesto por los seis primeros de cada grupo de 2º B de la anterior temporada (Incluidos los equipos descendidos de 2ºA).
Grupo C: Compuesto por los equipos de 2º división (incluidos los ascensos de la anterior temporada).
Grupo D: Los 13 equipos de primera división de la actual temporada que no juegan competición europea
Grupo E: Los siete equipos que disputan competición europea.

El proceder del torneo son siete eliminatorias, las tres primeras a partido único y a partir de dieciseisavos, a doble partido más una final a partido único. La primera eliminatoria la juegan los equipos del grupo A y los del grupo B (menos siete de este grupo que por sorteo están exentos) a partido único en el campo que determine el sorteo. La segunda eliminatoria, junta a los ganadores de la anterior (se declara por sorteo uno exento) que juegan entre ellos y al grupo C que también juegan entre ellos, en el campo que determine el sorteo. La tercera eliminatoria vuelve a repetir el sistema de la anterior, es decir los del grupo C (segunda división) por su lado y los ganadores del grupo 1 y 2 por el suyo.

Y llegamos a la cuarta eliminatoria. La primera donde juegan el Grupo D y E (los primeras) y la última donde el sorteo no es puro. Por un lado los supervivientes del grupo A y B se enfrentan a rivales del grupo E, y de otra lado el grupo D y C juegan entre ellos. A partir de aquí, todo a sorteo puro.

Bueno, con este sistema de competición desde luego dejamos claro que la empresa española si que gasta en I+D, porque no es complejo ni nada. Pero a la vez es caro, absurdo y sobre todo va contra los intereses de los aficionados. La magia del fútbol es que David gane a Goliat, pero claro si a Goliat le ponemos una metralleta y un casco, como que David lo tiene algo más complicado. Es decir, si metemos a los grandes a jugar a doble partido con un 2º B o un 3º (con todos mis respetos) pues complicado.

Luego por otra parte está la gran mentira de la acumulación de partidos. Con el actual sistema, un club de 1º división que gana la Copa del Rey (que es lo habitual) juega nueve partidos. Y me pregunto: ¿Tan complicado es coger a todos los equipos de 1º, 2º y 2º B (sin contar filiales son 108), sumarle los equipos de 3º división mejor clasificados la temporada pasada y jugarlo todo a eliminatorias de un solo partido en el campo del equipo de inferior categoría?.

Con esas cuentas los finalistas juegan seis partidos. Y así no creo que ningún club deje de ingresar mucho dinero por tres partidos (y más con el público que va últimamente).

Quizás en estos tiempos donde sólo nos sentimos españoles cuando juega la selección, necesitemos más que nunca recuperar el espíritu de la Copa de S.M. Rey, de partidos locos donde se juega con el orgullo de los equipos grandes, de tardes de ilusión donde el humilde en 90 minutos puede destrozar a cualquiera, en definitiva, la Copa de España.

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