Nauzet Alemán llegó al Real Valladolid el 3 de julio y desde aquel día todos los informes o informaciones que se han vertido sobre el canario eran positivos, pero en ninguno de los tres partidos que había disputado anteriormente había podido demostrar bien sus cualidades. Y eso a pesar de que en la segunda jornada ante el Valencia anotó un gol y dio un pase para que Manucho anotara otro. Gol y asistencia que le hicieron el mejor del partido pero que no mostraron al mundo futbolístico su mejor cualidad, el golpeo de balón.
Desde Las Palmas o cualquier sitio en el que se había visto lanzar a Nauzet se decía que poseía un golpeo extraordinario, un golpeo que le hacía básico en las jugadas a balón parado, tan necesarias hoy en día en el Real Valladolid tras la marcha y/o espantada de Pedro León. Se puede decir que esta cualidad del canario era sabida pero no conocida y el jugador pensó que el mejor lugar de que todos supieran de su exquisito toque de balón era el Santiago Bernabéu.
Por estas ganas de darse a conocer, en el minuto 28 del partido cuando Lass Diarra cometió falta sobre Héctor Font el “7” blanquivioleta no dudó en coger el balón y hacerse con la responsabilidad. Colocó en balón, habló con Borja sobre como lanzarlo, luego corrigió la posición de sus compañeros, en especial la de César Arzo, y tras dar tres pasos abiertos hacia atrás colocó el balón en la misma escuadra del marco de Iker Casillas. GO-LA-ZO.
Júbilo y celebración de un autentico golazo, un tanto maravilloso que daba vida al Real Valladolid y que permitía a Nauzet darse a conocer en la Primera División, igual que le pasó a Pedro López hace un par de años con un golazo ante el mismo rival.
La linterna de Ángel Velasco 