¿Por qué sigue jugando Álvaro Rubio? es la pregunta que más veces se está formulando últimamente en el entorno del Real Valladolid. El hecho de que Haris Medunjanin, ídolo de la afición, sea el sacrificado hace que el dato de que el riojano sea junto a Jacobo el único jugador de la plantilla que ha disputado el 100% de los minutos enfade a algunos aficionados.
Personalmente creo que el hecho de la titularidad del “18” no es otro que su capacidad de sacrificio por el equipo. El pasado sábado ante el Real Madrid el centro del campo blanquivioleta, criticado últimamente por decreto, realizó un encuentro de gran nivel y Álvaro Rubio también. Cuando uno de los laterales se sumaba al ataque, sobre todo el derecho, el canterano zaragocista realizaba la cobertura para no dejar el carril vacío y fomentar la subida de los peligrosos jugadores blancos, ni mucho menos hay que dejar pasar el modo en que cubría el centro del campo en el momento en que su compañero Borja arrancaba tras un robo de balón o también cuando aguardaba al borde del área en el momento que el equipo lanzaba uno de los 10 saques de esquinas, ya que uno fue puesto en liza por el propio jugador, con el objetivo de cerrar la posible contra del equipo de Pellegrini.
Todos, incluido Álvaro Rubio, han comenzado mal la temporada pero en los últimos encuentros se ha visto un jugador muy participativo que demuestra los fines de semana el gran trabajo que realiza durante la semana y que nadie, excepto el cuerpo técnico, parece apreciar.
Pelé y Haris Medunjanin, sobre todo este segundo, son dos grandísimos jugadores, ambos cualificados para manejar el juego del Real Valladolid pero uno y otro deben merecerse el puesto durante la semana y convencer a Mendilibar y Ángel Félix de que tienen asimilados la totalidad de los conceptos del juego pucelano, los cuales Álvaro conocen al dedillo. Oportunidades no les va a faltar porque en escasos días el equipo se enfrentará al Mallorca en el duelo de Copa del Rey. Si ambos jugadores realizan grandes minutos y buenas acciones que nadie se sorprenda si el riojano y su habitual compañero de centro del campo, Borja Fernández, dejan su hueco al brasileño y al bosnio porque si por algo se caracteriza Mendilibar es por dar a lo largo de la temporada oportunidades a toda la plantilla.
Artículo publicado en AupaPucela.com
La linterna de Ángel Velasco 